miércoles, mayo 16, 2007

Ornitorrinco

Puesto a crear entrevistas ficticias con animales, le llegó el turno a uno que a menudo es olvidado, y que no parece tener mucho interés. Pero muchas veces, la presunción de falta de interés es un error. Escuchémoslo.

ORNITORRINCO

Esperen un momento, no se marchen aún. Permítanme que me presente: me llamo ornitorrinco, de la familia de los monotremas. Aunque sólo soy yo, de familia. Por lo visto, no hay mercado para alguien como nosotros. En otros idiomas, me llaman "Platypus". Lo sé, lo sé, pero eso es lo que le cuadra a un tipo raro como yo.
Les aseguro que yo no tengo la culpa. Supongo que, cuando la Creación, a mí me dejaron en manos de un diseñador incompetente, que debieron despedir en cuanto vieron el primer prototipo. Y así me he quedado, con el aspecto descuidado y poco convincente de un prototipo. Otros tuvieron más suerte, aunque no todos. A la jirafa, por ejemplo, la diseñó un estilista de modas frustrado. Nadie me lo ha confirmado, pero yo sigo convencido de que fué así.
El resultado es que yo soy un tipo marginal; las aves no entienden por qué tengo pelo y amamanto a mis crías, los mamíferos no soportan que tenga pico y ponga huevos. Y vivo en el río, porque por lo menos los peces son pacíficos y no se meten conmigo. No soy un personaje popular, ni tengo buena figura. Claro que el hipopótamo o el elefante, que parece que los haya hecho Botero, tampoco. Y sin embargo, ahí los tienen, tan tranquilos y con la mar de amigos.
Yo, a la gente, es que no la entiendo. Se pirran por engendros como el triceratops o el tyranosaurus rex, ya saben, aargh, aargh, y a mí no me hacen ni caso. Puestos a comparar, reconozco que no soy ni muy grande ni muy pequeño, y no tengo cuernos, ni un acabado llamativo como la cebra o el leopardo. Y que tengo pinta de salchichón. Pero bueno, al delfín le pasa casi lo mismo. La verdad, es muy duro. No lo entiendo, no puedo entenderlo. Además, que cualquier día de estos me pongo a dieta. Anoréxico me voy a quedar, ya lo verán.
A veces me dan ganas de pasar de todo y hacer mi vida. Lo malo es que soy un tipo tranquilo y bastante sociable. No soy agresivo, no puedo morder a nadie. Tengo pico, ¿se acuerdan? Y ni siquiera me sirve para picotear. Cuando estoy así, me tiro al agua y nado un rato. Claro que si tengo un mal día, me acuerdo de que existen otros bichos de río, como la nutria o el castor, y me siento como un coche pasado de moda, de esos que siempre te preguntan cuándo te decidirás a cambiarlo.
Bueno, perdonen si les he puesto tristes. Aunque lo dudo. Lo más probable es que sólo los haya fastidiado, y se pregunten hasta cuándo van a tener que aguantarme. Me hago cargo, no se preocupen. En el fondo, yo soy un tipo corriente, y hasta insignificante, como muchos de ustedes. Puede que yo cavile demasiado; puede que la felicidad no sea más que una forma de inconsciencia. Y sé que no voy a ser jamás el protagonista de una historia. Y que a nadie le importa si pienso o no, si tengo o no sentimientos.
No los molesto más. Es que los he visto por aquí, y me ha parecido que podíamos charlar un ratito. Yo es que me paso los días solo, ¿saben? Ya me voy, ya me tiro al río.
Chof.

1 Comments:

Blogger maría nerviosa said...

ola. mi animal favorito es el ornitorrinco, bueno el pulpo tb y los cracoles q no son animales pero ...pf.

un gusto haber conversdo con uno, o hbarlo escuchado-leido. XD

6:41 a. m.  

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